La ciudad histórica de Dubrovnik, en Croacia, está rodeada por una enorme muralla. Fue construida en los siglos XIV y XV en pleno apogeo de la República de Ragusa, y ampliada durante los siglos XVI y XVII.
Tiene una longitud de 1.940 metros; la altura cambia según el terreno y alcanza los 25 metros. Tiene 15 torres cuadrangulares y 3 circulares, 2 fuertes exteriores y 5 bastiones. El ancho varía entre los 4 y 6 metros en la parte que da a tierra, y entre 1 y medio a 3 metros en la que da al mar.
La solidez de esta muralla quedó demostrada en 1667 cuando un terremoto destruyó parte de la ciudad y durante la Guerra de los Balcanes, en los años noventa del siglo pasado, sobrevivió a los bombardeos serbios.
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