sábado, 4 de marzo de 2017

Ravished Armenia

         Ravished Armenia fue la primera película que se filmó sobre los horrores del genocidio armenio; la dirigió Oscar Apfel y se estrenó en el año 1919 en el Hotel Plaza de Nueva York en momentos en que este crimen de lesa humanidad estaba en pleno desarrollo.

             
                                                            Oscar Apfel (1878-1938)

      El filme se basa en el relato de una superviviente, Aurora (Arshaluis) Mardiganian, que es una de las protagonistas de la película. Ella había nacido en un pueblo armenio y era hija de una rica familia. En 1915 cuando Aurora Mardiganian tenia 14 años vio como asesinaban a sus padres y hermanos y ella fue llevada por la fuerza al harén de varios pashás turcos siendo maltratada. Gracias a un médico y misionero estadounidense que la envió a Erzerum,-que entonces estaba bajo el control ruso-, para que estuviera segura logró escapar. Después se trasladó a Tbilisi, finalmente pudo llegar a los Estados Unidos para su recuperación, donde escribió un libro en 1918 en el que relataba sus terribles experiencias en el Imperio turco.



                                                   Aurora Mardiganian (1901- 1994)






       Gran parte de los 85 minutos que tenia de duración la película Ravished Armenia se perdieron; unos dicen que sus rollos se hundieron a bordo de un barco que iba a Georgia, otros afirman que fueron robados. Pero, después de años de búsqueda de copias se consiguió recuperar unos 20 minutos.


                      

                                                   Película Ravished Armenia  


      Al final de la película se muestra una escena en la que jóvenes armenias son crucificadas por sus torturadores turcos. Muchos años después un historiador afirmó que la escena era inexacta porque, en realidad, fueron empalamientos ya que "los turcos no hacían este tipo de cruces. Los turcos hacían pequeñas cruces puntiagudas. Le quitaban la ropa a las niñas. Las hacían acostarse, y luego de violarlas, las obligaban a sentarse sobre los palos puntiagudos, a través de la vagina. Esa es la manera en que los turcos mataban. Los norteamericanos lo pusieron de una manera más civilizada. No podían mostrar algo tan terrible."      
      


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