Guatemala es un país de contrastes. Se dice que es un microcosmos físico, social y cultural en Hispanoamérica. Tiene un territorio pequeño en el que más de la mitad de la población es indígena, que vive apegada a sus tradiciones, considerándose primero indios y después guatemaltecos. Estas comunidades indias conservan sus lenguas ancestrales, casi una treintena, todas derivadas del idioma maya.
La otra parte de la población de Guatemala, menos de la mitad, es la ladina en la que domina el machismo latino. La diferencia entre estas dos sociedades, la indígena y la ladina, se puede apreciar en el contraste que se observa entre los mercados rurales y el mundo urbano de la capital, Guatemala City o Guate City, como la denominan los guatemaltecos.
Esta ambivalencia se mantiene a lo largo de los años; las diferencias entre ricos y pobres, entre las culturas indígenas y las que aceptan los modelos occidentales han provocado amargos conflictos.
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