Copán, en Honduras, fue una poderosa ciudad-estado de la antigua civilización maya.
Aunque los orígenes de la ciudad son muy antiguos, poco se sabe de los primeros gobernantes de Copán antes de que se fundara una nueva dinastía vinculada con Tikal a principios del siglo V. Con estos reyes Copán se convirtió en una poderosa ciudad-estado y en una potencia en el sur de la región maya.
En el año 738 Copán sufrió una gran derrota,-cuando el rey fue capturado y decapitado por su ex-vasallo el gobernante de Quiriguá-, lo que no impidió que se comenzara de nuevo a construir nuevas edificaciones.
Tras el derrumbe maya y después de que se levantasen las últimas grandes estructuras ceremoniales y monumentos reales, la zona de Copán continuó siendo ocupada, pero la población disminuyó en el siglo IX y de unos 20.000 habitantes pasó a unos 5.000
A la llegada de los españoles, en el siglo XVI, el centro ceremonial había sido abandonado desde hacia mucho tiempo y el área de Copán estaba solo poblado por unas pocas aldeas agrícolas.
Una parte importante del lado oriental de la ciudad fue afectada por la erosión causada por el río Copán. El río fue desviado en los años treinta del pasado siglo. En 1980 Copán fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
La Escalinata de los Jeroglíficos
En esta escalinata se encuentra la escritura jeroglífica maya más importante de toda Mesoamérica. En ella se narra la crónica oficial de 16 gobernantes de Copán y los sucesos del reino.
La escalinata, con una altura de 12 m. y 63 escalones, formaba parte de un templo en el que se realizaban ceremonias cósmicas. Contiene unos 2.500 glifos.
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