El tiempo nos marca; deja su huella en todo lo que existe. Nada escapa a las garras con las que este invisible e indestructible poder nos atrapa.
Poderosa fuerza capaz de convertir la belleza en fealdad, destruir lo nuevo hasta volverlo viejo... y llevar al ser humano hasta la decadencia y la muerte.
Aunque despiadado con algunas ideas, ideologías y costumbres imperantes en algún momento histórico que las lleva al olvido o al descrédito, también es capaz de encumbrar a aquellos humanos que por sus obras, hechos y pensamientos fueron capaces de conquistar la inmortalidad y entrar a formar parte de la eternidad del tiempo.
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