miércoles, 8 de abril de 2015

Extraños en un tren

       Patricia Highsmith publicó en 1950, a la edad de 29 años, su primera novela Extraños en un tren, aunque antes ya había escrito varios relatos.

                        
                                        Patricia Highsmith (1921-1995)

       Su producción literaria se eleva a más de 30 libros entre novelas, cuentos y ensayos, además de numeroso material inédito. Sus historias y sus análisis éticos, junto con sus ideas políticas de tendencia comunista fueron mal acogidas en EE.UU, por lo que abandonó su país en 1963 trasladándose para siempre a Europa. Residió en el Reino Unido, en Francia y en Suiza donde falleció.

       Los personajes de sus obras, muy bien caracterizados, suelen estar cerca de la psicopatía moviéndose entre el bien y el mal.


       Extraños en un tren es una excelente novela con una historia muy original: cometer un crimen sin móviles, un crimen perfecto; donde la autora nos lleva a la mente de los protagonistas para mostrarnos sus miedos y sus deseos. Y aunque se trate de personajes indeseables nos hace sentir cierta empatía con ellos.


         Una semana después de ser publicada Extraños en un tren, Alfred Hitchcock compró los derechos de la novela y un año después, en 1951, apareció la película Extraños en un tren que alcanzó gran éxito.









        En ella el genial director aborda dos de sus frecuentes temas: el estudio de la parte perversa del ciudadano modelo y la figura del posible falso culpable, cambiando para ello toda la segunda parte de la novela por lo que la película es completamente distinta, aunque tiene algo en común: la personalidad de los protagonistas, pero no demasiado destacada ya que en libro de Patricia Highsmith el fondo homosexual de la relación está claro; cosa que en el film desaparece, aunque la obsesión de Bruno por Guy pueda llevar a ciertas interpretaciones.

        Por todo ello se puede decir que la genial película de Alfred Hitchcock es una versión libre de la magnífica novela de Patricia Highsmith.


        La película comienza con los pasos de dos personajes... que se encontraran cuando tropiecen en el compartimiento de un tren, un lugar frecuentado en la filmografía del director británico.


        Uno de los momentos más recordado de los dos rodados en la feria es el asesinato de la mujer de Guy que es filmado en un plano imposible: el reflejo en las gafas de la víctima.


        Otra de las tomas famosas es la del partido de tenis en la que todo el mundo sigue el vaivén de la pelota mientras que Bruno (interpretado magníficamente por Robert Walker) que se halla entre el público, clava fijamente su mirada en un aturdido Guy ( interpretado por Farley Granger).


        El otro momento inolvidable de los rodados en la feria es el del tiovivo desbocado donde los protagonistas pelean.

         Dicen que Hitchcock no se sentía demasiado satisfecho de los resultados de Extraños en un tren, pero hay que recordar que el realizador era un perfeccionista. La película que aguanta muy bien el paso del tiempo es una de las obras maestras de su director.

       

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